Anorgasmia femenina: Causas y tratamiento
La anorgasmia femenina es la dificultad que tiene una mujer en experimentar un orgasmo posteriormente a una fase de excitación. En muchos de los casos, la mujer puede mantener una excitación al máximo, sin embargo, no puede llegar a lo que se le conoce como un descontrol fisiológico y en muchos casos, a la eyaculación femenina. Cuando esto ocurre la mujer puede llegar a sentirse insatisfecha luego del acto sexual, e incluso muchas veces esa disfunción puede llegar a alterar su salud mental. A pesar de que el porcentaje de mujeres con anorgasmia sea bajo, es importante determinar cuáles son las principales causas y cómo se puede solucionar a través de un tratamiento.
¿Cuáles son las causas de la anorgasmia femenina?
Miedo: muchas mujeres sienten interés en saber hasta dónde podrán llegar durante el orgasmo, sin embargo, a la vez también sienten miedo de poder perder el control durante tal situación. A diferencia de los hombres, está comprobado que las mujeres suelen tener reacciones emocionales muy notorias cuando experimentan un orgasmo, entre ellas el estremecimiento sexual (contracción de varios músculos haciendo que tiemblen), gritos y en algunos casos, llantos.
No conocen bien su cuerpo: la mayoría de veces las mujeres suelen culpar al hombre por la falta de orgasmo, sin embargo, las únicas culpables son ellas mismas por no conocer su cuerpo y no expresar lo que quisieran experimentar. Existen muchas zonas erógenas además del clítoris que pueden llegar a formar un orgasmo. Es importante saber identificar en qué partes del cuerpo se origina mayor placer y comunicarlo de forma abierta con la pareja para que ambos puedan dar y recibir placer por igual, y por qué no, llegar juntos al orgasmo.
Traumas psicológicos: no es en todos los casos pero algunas mujeres suelen tener traumas físicos que no necesariamente están ligados a una violación sexual. Los traumas psicológicos pueden tener origen desde el mismo hogar donde vive una mujer, quien puede ser víctima del maltrato físico por parte de los padres u otros familiares a cargo, generando ciertas dudas sobre la expresión de su cuerpo durante un acto sexual. Por lo general este tipo de mujeres también se sienten inseguras sobre sí mismas y prefieren mantenerse alejadas de los hombres y reservar sus creencias sexuales.
Mucha experimentación: cuando una mujer sabe que es difícil llegar al orgasmo comienza a buscar diferentes soluciones para poder corregirlo. En muchos de los casos se intenta tener relaciones sexuales con otra persona con la idea errónea de que posiblemente se llegue al orgasmo con él y no con la pareja habitual. Por otro lado, también experimentan con diferentes juguetes sexuales y muchas veces de manera inadecuada. Cuando se realizan estas actividades con frecuencia sin conseguir resultados, el clítoris puede verse cansado y convertirse en una parte insensible al tacto.
Poco interés en la educación sexual: un hecho que lamentablemente no es un tema de interés para muchos países de Sudamérica. Por lo general estos temas no son una prioridad en la currícula escolar de cada país, sin embargo, es necesario considerar a psicólogos, educadores y hasta doctores que puedan hacerse cargo de evitar este tipo de disfunciones o trastornos.
Estrés y falta de concentración: otra de las grandes causas de la anorgasmia femenina es el estrés, además de estar pendientes en otros pensamientos durante el acto sexual. Muchas veces mientras se está dando el coito, las mujeres están en otro mundo diferente al del momento, haciendo que se vuelva difícil alcanzar un orgasmo. Para evitar esto, es necesario dejar de lado las preocupaciones por un instante y concentrarse en cada movimiento y sensación que se esté dando sobre el cuerpo de la mujer.
Tratamiento para la anorgasmia femenina
Conocer el cuerpo por sí misma: como ya se ha mencionado, muchas veces el problema radica en que una mujer no logra identificar del todo las zonas erógenas de su cuerpo. Es necesario explorar el propio cuerpo sin miedo y sin vergüenza porque es un momento a solas de lo que nadie podrá enterarse. Además de explorar con las manos, también se puede hacer el uso de otros objetos guiándose de manera recomendable de tutoriales de sexología para obtener mejores resultados.
Posiciones sexuales: a veces algunas posiciones sexuales pueden jugar en contra y no a favor. Existen poses que ayudan a la mujer a mantener el control del clítoris, y algunas de ellas son la posición de la cucharita, la mujer arriba y el hombre abajo e incluso el misionero pero con las rodillas flexionadas y puestas sobre el pecho del hombre. Con estas posturas la mujer una vez que ha aprendido a tener el control sobre su propio cuerpo, podrá garantizar con mayor facilidad un orgasmo satisfactorio. Lo más importante es comunicar a la pareja lo que se desea.
Adiós al estrés: cuando existan problemas para llegar al clímax a causa del estrés, es necesario imponer medidas que ayuden a alejar las preocupaciones que se tienen para poder concentrarse en un solo objetivo. Una buena alternativa es realizar ejercicios de relajación como el yoga o los pilates. Estos van a ayudar a despejar el estrés y las preocupaciones de la mente si se mantiene una rutina disciplinada. Además de los ejercicios, otro remedio relajante pueden ser los masajes como previa al acto sexual. Unos masajes acompañados de aceites aromáticos pueden ayudar a aliviar el estrés físico y pasar a un estado de relajación completa. Ahora sí habrá una completa concentración en poder llegar al clímax.
Teniendo en cuenta estos consejos se podrá mejorar en alcanzar el orgasmo femenino. Lo más importante es dejar de lado los tabúes sociales y comenzar a explorar cada centímetro del propio cuerpo y saber qué cosas resultan agradables y qué cosas no. La anorgasmia femenina es un problema que afecta a una gran cantidad de mujeres, y a pesar de a veces perder la esperanza en alcanzar un orgasmo, nunca es tarde para terminar de conocer el cuerpo y qué mejor manera de recibir ayuda de un compañero sexual o un profesional.
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