¿Es moral espiar las redes sociales de tu pareja?
Tu pareja pasa mucho tiempo pegado al móvil revisando publicaciones y comentando en las redes sociales. Entraste a su perfil, en principio por mera curiosidad, y te encontraste con una actividad inusual que, aunque no sea condenatoria, resulta incriminatoria.
En este punto detonan todas las emociones negativas: miedo, ansiedad, inseguridad y preocupación. Para confirmar tus sospechas dices: es suficiente, espiaré las redes sociales de mi pareja.
Si entraste en esta publicación, seguramente has pasado por momentos de incertidumbre incitados por el uso de las redes sociales de tu pareja. Pero, paralelamente, no estás seguro o segura de que sea la mejor idea. Parece moralmente cuestionable.
La tecnología dotó al hombre de herramientas para facilitar su vida, como plataformas online y redes sociales. Sin embargo, también despertaron una disyuntiva en discusiones, dinámica poco saludable, desconfianza y hasta intercambio de datos privados, como las contraseñas.
Veamos el panorama y saquemos nuestras conclusiones. En esta publicación responderemos a la duda de si es moral o ético espiar las redes sociales de tu pareja.
¿Es moral espiar las redes sociales de tu pareja?
Para entender el impacto de un hábito como espiar redes sociales, primero conozcamos la definición de ‘moral’. De acuerdo a la RAE, son acciones de las personas, desde el punto de vista de su obrar, en relación con el bien y el mal. Básicamente principios básicos que guían a los individuos sin necesidad de intervención legal.
Es moral devolver el dinero sobrante si, por error, el cajero de una tienda se confundió. También es moral no hacer trampa en los exámenes del colegio o en deportes.
Bajo esa perspectiva, ¿es moral espiar las redes sociales de tu pareja? Evidentemente no. Existen dos términos que entran en juego: privacidad y confianza.
Cuando aceptas iniciar una relación con una persona su lealtad se encuentra implícita. Revisar las redes sociales, incluso si notas un comportamiento contraproducente, no es moral, y mucho menos ético, estando en una relación sentimental.
Eso desde el punto de vista filosófico. Recordemos que el término moral no involucra las leyes. En cambio, desde el punto de vista legislativo, es un delito condenatorio.
La privacidad es un derecho de cada individuo que no debe ser vulnerada bajo ninguna circunstancia. Fisgonear el móvil de tu pareja, o cotillear sin su consentimiento, no solo es amoral, también es un delito contra la intimidad de tu amante.
¿Qué sucede si espías las redes de tu pareja?
De acuerdo a una investigación realizada por Kaspersky Lab, compañía de ciberseguridad, una de cada tres personas espían a su pareja en las redes sociales.
Es un comportamiento motivado por múltiples emociones: ansiedad, miedo, preocupación, etc. Pensarás que hay justificación, pero no es así. Es todo lo contrario.
La revelación de secretos, monitorear ocultamente las redes y el espionaje interpersonal electrónico, son delitos contra la intimidad y conducta delictivas sancionadas por la ley con hasta 4 años de cárcel.
Claro, depende de la gravedad del asunto. Solo casos excepcionales, donde perjudica el derecho al honor, como calumnia, injuria o acoso, son castigados penalmente.
Pero, desde el punto de vista amoroso, la situación es crítica si consiguen descubrirte. Revisar las redes sociales de tu pareja, sin previo consentimiento, machaca por completo la relación. La destruye. Significa el inicio de malos entendidos.
Por qué no espiar las redes sociales de tu pareja
Muchos motivos, tanto legales como sentimentales, ya los hemos mencionado anteriormente:
- Discusiones.
- Fin de la relación.
- Comportamientos tóxicos.
Sin embargo, hay un resultado desalentador que pocas personas hablan seriamente. Y es cómo te consume el insaciable deseo de desenmascarar infidelidades.
Te hará una persona desequilibrada psicológica y emocionalmente. No te reconocerás en el espejo. Te verás en la obligación de usar un programa para hackear Instagram y consumirás tu vida buscando pruebas incriminatorias en actividades de tu pareja.