¿Por qué se divorcian las parejas de hoy?
Si bien es cierto, los divorcios siempre han tenido las mismas características, como la infidelidad, incompatibilidad de caracteres o rutina, en la actualidad ha cambiado un poco ese concepto. Y es que, se dice que es la segunda práctica más dolorosa después de la muerte de un familiar o ser querido.
Todos sabemos que somos humanos y que algún día, lo deseemos o no, vamos a tener que fallecer, sin embargo el divorcio es una decisión voluntaria, es decir nadie, en lo absoluto, está obligado a divorciarse, ya que, la mayoría de los matrimonios se forman con las intenciones duración perpetua.
Dicen que los preparativos de una boda duran mucho más que un divorcio, y es que las parejas que se divorcian ahora son muy jóvenes, por lo general no tienen hijos y si los tienen son infantes de meses. Estos cónyuges llevan tan poco tiempo de casados, que en muchos casos no llegan a los tres años que pide la ley para comenzar el divorcio, sin embargo prefieren vivir distanciados, porque aducen que se acabó el amor.
Después de la sanción de la ley de divorcio vincular, en la década de los noventas, las parejas de esposos que se divorciaban fluctuaban entre los 20 años de casados y ya contaban con hijos lo suficientemente grandes para ello. No obstante, a comienzos del año 200 los abogados manifestaban que ya se encontraban divorciando a personas con menos años de casados, estos tenían una edad entre los 30 y 40, los cuales se distanciaban por el motivo de incompatibilidad. En la actualidad, muchos especialistas afirman que son pocos los matrimonios que llegan al año junto.
“Nos estamos encontrando con situaciones que hace 10 años no pasaban: el vínculo se rompe muy pronto”, confirma el abogado de familia Osvaldo Ortemberg.
Viviana Hoffman , indica: “Sí, el divorcio llega con matrimonios más cortos. Y muchas de las consultas que recibimos son porque las parejas no llegan a cumplir el plazo legal de 3 años de casados que establece la ley para divorciarse, si es que la pareja lo pide en forma conjunta”.
“Hasta que la muerte los separe” es una frase que hoy suena un poco rara en una época en que son muchos los matrimonios que se separan o se divorcian. Si bien la irrupción de un tercero en la pareja suele ser una de las causas más comunes de separación, existen también otras que se están volviendo bastante populares en estos tiempos que corren, y es que, el amor de tres no funciona en ninguna de las relaciones.
En este artículo te mostraremos las causas primordiales y actualizadas del porqué las parejas matrimoniales optan por divorciarse en estos días. La duración de estas es cada vez menos y la perpetuidad es casi imposible.
Los celulares espías
Hay que tener muchísimo cuidado con los móviles, ya que pueden convertirse en los espías perfectos de toda relación. Las nuevas tecnologías pueden jugar malas pasadas. El abogado matrimonialista Sergio Domínguez recuerda el caso de una clienta mexicana que oyó lo que no debía. «Hablaba con su marido por teléfono y se despidieron. Él se había comprado un ‘smartphone’ de los que se apagan pasando el dedo por encima. Creyendo que había colgado, se lo guardó. Después había quedado con una amiga íntima. Cuando volvió a cogerlo, el teléfono estaba caliente». Quizá porque su mujer, al otro lado, echaba humo. Fue el principio del divorcio.
La adicción al trabajo
Cuando uno de los miembros de la pareja se vuelve extremadamente adicto a su trabajo, puede hasta pasarse los feriados y fines de semana entero trabajando, llega siempre tarde a almorzar a su casa y nunca tiene tiempo para nada más que su trabajo. Ni hablar si la pareja tiene niños; sólo está presente para llevarlos al colegio y los vuelve a ver recién al siguiente día porque los niños ya están durmiendo cuando regresa a su casa.
La mascota es el rey de hogar
Diversos animales pueden fácilmente convertirse en el mejor amigo del hombre, pero también en un engorro para el matrimonio. La relación que en ocasiones se desarrolla con las mascotas, como los perros, puede llegar a ser de carácter paterno-filial. «Se tiende a humanizar el animal, a pensar que nos entiende y que nos escucha, cuando en realidad no es así. En consecuencia, acaba invadiendo nuestro espacio vital, y luego cuesta mucho sacarlo. Esto interfiere en la vida sentimental. Hay que saber poner cada cosa en su sitio», explica Angel Palomino, director del bufete de abogados Palomino Bueno «Se han producido casos en los que se ha pretendido establecer régimen de visitas para perros, y juicios destinados a obtener su guardia y custodia», añade.
La familia del ex
Puede que tu pareja ya haya tenido una relación antes que tú, inclusive, haberse casado antes y tener hijos, por ello, deberás lidiar de por vida con su ex y hasta con la que fue su familia política salvo que hayan terminado la relación en buenos términos, no quedará otra que contar hasta diez y soportar los reclamos, pedidos o planteos que le hacen.
Sin embargo, los verdaderos problemas comienzan cuando tu pareja se ve obligada por la situación a darte menos a ti o a compartir menos cosas contigo. Es en ese momento cuando la relación comienza a resquebrajarse y a terminar en una inevitable ruptura.
Las benditas redes sociales
Cualquier red social puede ser un mecanismo tentador para mantener una relación paralela con un tercero, que puede ser sólo virtual o trascender los límites de la virtualidad. Como ya se dijo, depende de cada uno incurrir a la infidelidad, ya que por más que se presenten problemas debe haber una solución para el amor. Sin embargo, son muchos los casos de parejas o matrimonios que se separan porque descubren a través de las redes sociales que les han sido infieles o que el otro ha mantenido algún tipo de relación que traiciona su confianza. En estos casos la separación es inevitable.
La espiritualidad extrema
Cuando una de las dos parejas incurre al fanatismo por la espiritualidad, las costumbres cambian rotundamente, sus amistades, su grupo, el trabajo, entre otros. Esta convivencia se torna demasiado difícil porque la pareja se convierte en una persona distinta de la cual te enamoraste y deja de lado muchas labores como pareja de lado por este motivo.
Falta de aseo
Aunque resulta un factor difícil de creer, la mala higiene o descuido de la pareja, es uno de los motivos de la rotunda separación. Cuando uno de los dos comienza a descuidar su imagen personal así como los espacios que habita, esto puede ser un inhibidor de la libido para su pareja. Suena bastante lógico; mantener relaciones sexuales con alguien que se encuentra sucio no es muy alentador que digamos.
El egoísmo o lujo no compartido
Suele suceder que uno de los miembros disfrute muchísimo de lo bien que le está yendo y de los lujos obtiene por ello, mientras que la otra persona no cuente con absolutamente nada. El problema de no compartir estos bienes ni la austeridad y solo vive con el egoísmo encima de desear más cosas materiales, sin importarle su pareja. Cambiar el estilo de vida es muy difícil de realizar, especialmente para aquellos que ya se han acostumbrado al lujo personalizado.
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