¿Cómo funciona el lenguaje de las caricias?

el poder de las caricias

El lenguaje de las caricias es sutil, inmenso y completo. Capaz de trasmitir las sensaciones y emociones más profundas he intensas. El lenguaje de las caricias es sensualmente riquísimo. Sobre todo, porque nos permite decir millones de cosas. Pero lamentablemente es un lenguaje que utilizamos muy poco.

Es hora de utilizarlo ya que su capacidad para comunicar y sentir es incalculable. Cuando nos comunicamos íntimamente con nuestra pareja, generalmente nos acariciamos durante el juego previo, dedicándonos sólo a las zonas consideradas erógenas, como los senos y genitales. La simple intencionalidad de estas caricias es la de excitar rápidamente para entonces ir al acto sexual. Pero nos estamos perdiendo de muchas cosas. Es como usar solamente el color rojo, cuando tenemos todo un sinfín de colores a nuestra disposición.

Lo que podemos comunicar con el lenguaje de las caricias

El lenguaje de las caricias es un lenguaje universal. El ejemplo más amoroso de las caricias es el de una madre a su hijo, acaricia para dormirlo, para calmarlo, o simplemente porque le da un placer inmenso hacerlo. Las madres si conocen el lenguaje de las caricias. ¿Por qué no usamos ese increíble lenguaje con nuestra pareja? Usualmente se cree que los hombres quieren ir directo al coito y eso es un mito. A ellos les encanta ser acariciados y estimulados. Realizar el acto sexual es un combo completo, donde no sólo satisfacemos un deseo sexual, sino que generamos un intercambio de emociones. Imaginemos una caricia suave en los cabellos durante el juego previo o durante el mismo acto.

¿Qué estamos diciendo con las caricias?

Una caricia profunda y con mucha presencia en el pecho masculino le dice, me importas. Acariciando el rostro trasmitimos, me gustas. Con un suave toque en la entre pierna o en los labios decimos, te deseo. Claro que esos son simples ejemplos ya que cada quien tiene sus propios modismos en el lenguaje de las caricias, sus palabras favoritas y sus propias emociones para comunicar.

Lo primero que debes hacer para utilizar este lenguaje es relajarte y empezar a utilizar las manos. Una buena manera es cerrar los ojos, para poder concentrarnos en el sentido del tacto. Debes recordar que el cuerpo completo está lleno de zonas deliciosas para ser acariciadas. No te apresures para llegar a las partes erógenas, ve poco a poco para que puedas sentir el placer de las caricias, déjate llevar por el momento.

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