Cómo dejar una relación de dependencia
La hormona del apego o también llamada oxitocina se encuentra relacionada directamente con la creación de las relaciones de confianza entre las personas. Ésta hormona es la encargada de producir un estrecho vínculo sicológico entre dos personas enamoradas, asimismo en una madre con su bebé al nacer.
La necesidad afectiva extrema y permanente que obliga a los individuos que padecen de ello a satisfacerla en el ámbito de las relaciones de pareja es la dependencia emocional. Aquella que se encuentra girando alrededor de las personas en torno al amor.
La codependencia emocional es definida como el ciclo de patrones de conducta y pensamientos disfuncionales, los cuales producen dolor y se repiten constantemente de manera compulsiva, ésta a su vez, tiene como resultado una relación enfermiza y alienante en una relación de toxicidad en la relación.
Encontrarse sumergido por una relación codependiente es una situación sumamente complicada pero no difícil de tratar. Si crees que puedes hacerlo tú mismo deberás tener mucha fuerza de voluntad, pero si tu obsesión es tanto, permítete recibir la ayuda sicológica que necesitas.
Algunas características de dependencia emocional
Un hecho que resulta totalmente llamativo es que, por lo general, la persona dependiente emocional tiende a buscar parejas dominantes, de carácter fuerte, egoístas y egocéntricas, desconsideradas, posesivas e inclusive déspotas, capaces de llegar al maltrato sicológico y físico. Estas son algunas características que idealizan al extremo. El codependiente vive por y para la pareja.
El afectado, a pesar de que reconoce este maltrato y desconsideración, no puede dejar de estar al lado del dominante. Es capaz de pedir perdón, incluso, por cosas que no ha hecho, con tal de que su pareja “lo quiera” y esté contenta con su presencia. La colmarán de regalos y atenciones y prácticamente vivirán alertas a los gestos de la pareja para que esté contenta en todo momento.
Quizá la base del problema se encuentre en que estas personas tienen muy poca autoestima o carecen de ella, lo cual, las lleva a ser dependientes emocionalmente a despreciarse. Son muy críticos consigo mismos en niveles extremos y por ese motivo se sientes culpables, inclusive de ese desprecio que pueden sufrir por parte de la persona que idealizan.
Muchas veces, luego de mejorar la situación, empeora con el paso del tiempo y se agudiza muchísimo más. Aquella relación se convierte en una de “dueño y esclavo” que se establece como regla principal en la pareja.
Mientras que el desprecio del posesivo aumenta, la sumisión de la contraparte sufre dependencia emocional extrema. Es muy frecuente que la relación se rompa, sin embargo no importa. El dependiente volverá una y otra vez a la pareja, del mismo modo que el alcohólico o el drogadicto vuelve a consumir.
Con cada vuelta la situación empeora pues crece el desprecio de la pareja y disminuye la dignidad y la autoestima del dependiente. Quien sufre de dependencia emocional necesita de su verdugo y si no la tiene, aparece algo similar al síndrome de abstinencia.
Dentro de este lapso se producen, inclusive, enfrentamientos y rupturas con amigos o familiares por defender esta situación. El dependiente jamás llega a ser feliz, por el contrario sufre problemas de ansiedad y depresión y un cierto desprecio por sí mismo al ser consciente de que se está arrastrando ante alguien que no sólo no lo ama sino que incluso lo maltrata.
Las personas que se encuentran cercanas al dependiente intentan hacerle ver que esa relación que mantiene es patológica y que sólo les hace sufrir. El dependiente se enfrentará a ellos por defender su relación e incluso exigirá a sus familiares un trato especial hacia su pareja, del mismo modo que él o ella lo hace.
En su mentalidad la persona que tiene a su lado es superior y todos los demás deben reconocerlo y hacer que esa persona sea completamente feliz cuando aquella lo desee. Esto conlleva, en la mayoría de los casos, una ruptura con sus familiares y amigos que hará que su dependencia aumente al encontrar como único apoyo en el mundo a la pareja. El aislamiento al que ellos mismos se conducen hace que el problema aumente
El dependiente, fácilmente puede abandonar sus propias responsabilidades laborales por satisfacer las necesidades de su pareja. El rompimiento social, familiar, laboral y sobretodo personal del dependiente emocional puede llegar a ser enorme.
Si existen hijos es muy frecuente observar comportamientos de falta de respeto e incluso desprecio por parte de ellos hacia el progenitor dependiente. Aprenden a no respetar a alguien que se muestra tan falto de dignidad.
Asimismo, existe mala relación hacia el otro progenitor puesto que, como ya he indicado, suele ser una persona egocéntrica y desconsiderada que tampoco muestra cariño o preocupación por sus hijos.
Formas de dejar la dependencia emocional
Si te das cuenta de que quieres llamar o escribir a esa persona mucho más de lo que ella a ti, entonces ya te habrás dado cuenta de que esa necesidad de atención es un repelente automático para la mayoría de las personas.
Asimismo, si te encuentras sumergida en obsesión de ver a es otra persona, a pesar de que esta te trata muy mal, entonces debes ponerle punto final a esta situación. Aquí te mostramos algunos pasos y tips para dejar la dependencia totalmente.
Ponte un freno
Toda relación se desarrolla a su propio ritmo, así que no te apresures para convertirte en “su alma gemela” o “mejor amigo para siempre”, tan solo porque las cosas van de maravilla. Disfruta de la novedad y de la alegría de tener algo nuevo, porque ya nunca volverá a serlo. Puede llegar a ser desesperante no saber cómo una conexión en concreto va a desarrollarse, pero también será emocionante. Ten paciencia y aprende a saborear esa alegría. No intentes llevar la relación a un nivel que no le corresponde, pues no solo te perderás la diversión, sino que además te estresarás.
No idealices a tu pareja al principio de la relación
Cuando conoces a alguien con quien tienes una conexión especial, es fácil perderse en fantasías sobre lo increíble que esa amistad o relación podría llegar a ser. Sin embargo, esas fantasías crean grandes expectativas, las cuales no son realistas en muchos casos. Es probable que ahora creas que quieres pasar toda tu vida con esa persona, pero así solo estarás preparándote para una futura decepción.
No sofoques a tu ex pareja
Sea cual sea el nivel de cercanía que tienes con esa persona, pasar todo el tiempo con ella será abrumador. Aunque te ame, no querrá estar contigo todos los momentos del día (y quizá de la noche). Si te cuesta mucho estar lejos de esa persona incluso durante unos minutos, será casi seguro que estarás creando una situación que al final te será contraproducente. Por más difícil que sea, oblígate a dar un paso hacia atrás y dale su espacio. Pasa algunas noches lejos haciendo las actividades que a ti te gusten y no le llames ni envíes mensajes en lo absoluto.
Aprende reconocer las señas de desinterés
En ocasiones sucede por diversos motivos, pero algo es seguro: abrumar a la persona con más atención nunca cambiará su opinión. ¡La perseverancia no es la solución! Quizá su distanciamiento sea su manera de dejarte sin tener que recurrir a un enfrentamiento. Cualquier insistencia de tu parte no cambiará su manera de pensar y muy en el fondo tienes consciencia de ello. Si alguien no tiene la decencia de responderte, no vale la pena, sin duda: mereces a alguien mejor.
Mejora tu autoestima
Si tienes problemas de dependencia, probablemente tengas una ligera falta de autoestima. Podrías estar buscando a alguien que te haga sentir mejor contigo mismo cuando en realidad eres tú la única persona que puede hacerlo. No bases tu felicidad en otra persona. Por supuesto, está bien que alguien te haga feliz, pero no que sea tu única fuente de felicidad.
Te pondrás triste o de mal humor cuando no esté cerca, lo cual podría suponer demasiada responsabilidad para la otra persona. Hará que se sienta culpable, obligada y al final se resentirá contigo.
La idealización es una forma de escapar de la vida. En lugar de hacer frente a la realidad, creamos una fantasía en la que podemos perdernos. Es fácil llegar a ser adicto a una fantasía pero es inevitablemente decepcionante. Recuerda que la codependencia es agobiante, pero reversible. Intenta poner en práctica estos pasos. Te sorprenderán los resultados.