Cómo tocar a una mujer mientras la besas

como tocar a una mujer mientras la besas

Las mujeres, sin duda, son seres muy complejos. Nada es sencillo cuando se trata de ellas. Incluso, excitarlas es una tarea complicada.

Como hombre, debes entender que, a diferencia de ti, las damas no suelen tener prisa cuando se está en el acto sexual. Ellas, claro está, necesitan de mucha estimulación. Para ello, siempre usa tus labios.

Las mujeres, románticas por naturaleza, son fanáticas de los besos. Para ellas, es una manera agradable de entrar en calor. Dicho esto, es necesario que sigas consejos básicos para aprender a usar tus labios. En ello radica lo clave del éxito en lo que a excitar a chicas se refiere.

Cuidado con lo que dices

Y es que, más allá de lo besos, también debes tener cuidado con lo que sale de tu boca, de tus labios. Eso es lo primero.

Antes de un acto sexual inminente, debes saber qué decir para no arruinar el momento. Habla con delicadez y amabilidad. Evita, sobre todo, frases machistas.

En cuanto a las “palabras sucias”, muy comunes en los actos sexuales, no puedes excederte. De hecho, todo depende de la confianza que haya con la chica y de cuál sea el tipo de relación que comparten. Deber ser muy cuidadoso con este punto.

Maneja el ritmo

Cuando llega el momento del encuentro sexual, empezar con un beso nunca será una mala opción. Es tradicional y repetitivo, sí, pero no deja de ser adecuado. Eso sí, debes tener cuidado en cómo besas.

Por ejemplo, empezar con un apasionado beso francés, muy salivoso, no es nada recomendable en la mayoría de las ocasiones; salvo que se trate de un encuentro desesperado entre dos amantes que, además de tener meses o años sin verse, disponen de muy poco tiempo.

Lo ideal es que empieces con besos lentos, exploratorios. Ve sus hojas, toca su cuerpo. ¡Ten paciencia! Luego, claro está, puedes aumentar el ritmo antes de llegar al máximo punto de pasión.

En cuanto al tiempo del beso, no puedes excederte, pero tampoco quedarte corto, ya que no estará lista para el siguiente paso. Es necesario que tengas tacto y, de alguna manera, percibas lo que ella siente y quiere.

En ocasiones, puedes dejarte guiar por la chica. No está mal que ella sea quien maneje el ritmo del beso. Eso sería cortés y caballeroso.

En caso de que quieras, sobre todas las cosas, llevar la iniciativa, sigue estos consejos para que no arruines el momento.

Puntos “débiles”

Tus labios también pueden besar zonas erógenas, claro está. Incluso, a veces esto resulta mucho más excitante que el beso tradicional.

Si quieres elegir una parte seguro, en la que seguramente le agrade recibir besos, decántate por el cuello. Es un punto que nunca falle.

Se podría decir que el cuello es la zona erógena más conocida. Y es que los besos en el cuello son un arma letal en encuentros sexuales. Son, por excelencia, un activador del deseo.

Lo bueno del cuello es que sólo necitas besarlo. De esta manera, te quedarán las manos libres para que acaricies cualquier otra parte del cuerpo, como los glúteos, por ejemplo.

Los pies son otra zona erógena por excelencia, aunque muy pocas personas la tomen en cuenta a la hora del encuentro sexual.

Besarle los pies a tu chica, quizás, le causará un poco de cosquillas, pero también mucha excitación.

De hecho, una vieja teoría de la reflexología (estudios sobre la estimulación de pies, manos, nariz y orejas) indica que los talones, sobre todo, son una suerte de botón que, irremediablemente, disparan el apetito sexual en hombres y mujeres.

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